La historia
La Regenta es considerada una de las más importantes obras literarias del siglo XIX, es un Romance del escritor Leopoldo Alas “Clarin” (1852-1901)
Publicado en 1884 “La Regenta“ es doña Ana Ozores, esposa del ex regente del tribunal de Oviedo (en el romance Vetusta) Don Victorio Quintar.
Pura y honesta, pero cansada de la indiferencia y la incomprensión del viejo marido , del cual le separa un abismo de edad y de espíritu, la joven se ve impulsada por la propia naturaleza romántica y por el ambiente provincial de aquella época, en un tormentoso desidio interior.
De una parte, una morbosa exaltación mística fomentada en ella del joven y ambicioso bicario de la diócesis de Oviedo don Fermín de Paz, que termina por enamorarse de su penitente, escondiendo durante mucho tiempo a sí mismo los propios sentimientos bajo la cara de “hermano mayor del alma“; de otra parte, la tentación siempre más peligrosa, por el don juanesco don Alvaro Mesia, un politico local, que conoce las mañas para insinuarse en el corazón y en los sentimientos de la dama. La estupidez propia del marido, que hace de don Alvaro su propio confidente, faciita a este último el asedio a la virtud de doña Ana, que al final cae. Pero la historia es revelada al marido por la joven doméstica de casa, Petra, que tiene en sus manos a los tres hombres implicados de una manera u otra en la tórrida historia y chantajea a los tres. Don Alvaro desafíado a duelo por don Victorio, instigado de Don Fermín, que no se puede vengar del rival afortunado, abate inesperadamente, en el coraje de la vida, el viejo. Y sobre la Regenta, consumada del remordimiento y de la frustración espiritual y física, viene así despreciada por la “ gente de bien” que a su modo, mucho antes habían ayudado a la pobre Ana a caer.
El largo romance vine presentado en dos volúmenes de 1100 páginas, que por primera vez introduce la técnica realista en España, y es también una de las mejores realizaciones. El autor revela un arte compacto y vigoroso; un arte en el cual la realidad del ambiente asume más relieve que el del alma.
Leopolo Alas “clarín”, ha reconstruido la provincia asturiana con sus tipos carácterísticos y diversos y con sus manchas “ los nob les, los curas, los empleados coloreando todo con su “Filosófica ironía“ y con su “humorismo particular“, todo ello rinde particularmente notable el romance, y asomarse de nuevo a un tema que preocupaba a tantos grandes escritores ibéricos.
El contraste dramático y angustiante en una conciencia de sacerdote, entre el voto de renuncia a los sentidos y a la tentación de las leyes de la naturaleza.
La Regenta tiene su puesto de honor en la larga lista que va desde los portugueses Herculano (Enrique el cura, V.), y Eca de Queiroz (el delito del padre amargo, V.) llega al español Valera. (Pepita Jimenez,V.)